Ver anterior: LA MONARQUIA ABSOLUTA.
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ACTIVIDADES:
LOS ESTADOS ABSOLUTISTAS EN EUROPA
La consolidación del Absolutismo en Europa tuvo como protagonistas a los tres grandes Estados de la modernidad: Inglaterra, Francia y España. En ellos, los monarcas, construyeron complejas estructuras burocráticas destinadas a administrar y organizar sus reinos, sostenidas por el cobro de impuestos y un ejército profesional poderoso. Este poder absoluto era hereditario lo que dio lugar a la formación de importantes dinastías, familias que por largo tiempo ocuparon el poder.
En Inglaterra, la dinastía de los Tudor retuvo el poder en el siglo XV. A comienzos del siglo XVI, la nueva dinastía de los Estuardo trató de imponer la monarquía absoluta, sin embargo, se encontraron con la firme oposición de la burguesía y de la baja nobleza que provocó una guerra civil entre 1642 y 1649. Desde entonces el parlamento inglés impidió la instauración del absolutismo logrando destronar a dos monarcas de ésta dinastía. Finalmente, en 1689, la Declaración de derechos, limitó la autoridad real e Inglaterra se constituyó como una Monarquía Parlamentaria donde la nación afirmó su derecho a elegir el rey.
En España, a la muerte de los Reyes Católicos ( 1519), el poder es heredado por Carlos I, dando inicio a la dinastía de los Habsburgo, también llamada de los Austrias, que gobernarán España hasta 1699. La consolidación del absolutismo en España estuvo marcado por el enfrentamiento con los fueros y costumbres de las leyes que organizaban a los antiguos reinos que fueron absorbidos dentro de la Corona española. Por otra parte, a lo largo del siglo XVII, los monarcas de la dinastía Habsburgo mostraron una marcada incapacidad para gobernar y debieron apoyarse en la figura de los Secretarios de Estado, que eran los encargados directos de las tareas de gobierno.
El absolutismo en Francia se consolida bajo la dinastía de los Borbones. Los monarcas borbones gobernaron entre 1589 y 1789 ubicando a Francia como la principal potencia europea. Debieron unificar la religión y buscaron acabar con las autonomías regionales y urbanas debilitando la autoridad de la nobleza señorial.
Las resistencias de la sociedad frente al avance del absolutismo fueron lideradas por la alta nobleza quien aprovechó los períodos de “minoridad real” para intentar recuperar el poder perdido. Todos los reyes de Francia accedieron al trono siendo niños, hasta su madurez otros gobernaban en su nombre.
Durante “la minoridad real” de Luis XIV la nobleza promovió una de las rebeliones antiabsolutistas mas importantes, entre 1648 y 1652, conocida como “la Fronda”.
Otro factor que obstaculizó el absolutismo fue la ineficacia burocrática, las continuas guerras que libró la monarquía endeudaban al Estado. Para afrontar las deudas se hizo costumbre entre los monarcas vender los cargos administrativos. Los compradores que ocupaban esos cargos reemplazaban la lealtad al Rey y al Estado por el deseo de obtener beneficios, en dinero o prestigio social.
El absolutismo francés tuvo a su máximo representante bajo el gobierno de Luis XIV. En 1661 decidió reformar el sistema burocrático francés, inaugurando “el reino de las oficinas y los despachos”. Para ocupar la administración nombró funcionarios provenientes de la burguesía, desplazando a la nobleza. De este modo acrecentó la autoridad real.
Bajo su reinado se construyó el gigantesco y lujoso palacio de Versalles, donde llegaron a trabajar hasta 30.000 obreros y artesanos. Fue su residencia oficial, apartada de París, concebida para alojar a la nobleza más importante que fue obligada instalarse allí. De esta manera logró apartar a los nobles de sus castillos y territorios impidiendo que se organizaran para resistirse a la autoridad real. Versalles, donde residía el Rey rodeado por su corte, fue el centro de la administración real y escenario de interminables fiestas que se realizaban en sus extensos jardines o en fastuoso salón de los espejos.
El cargo de superintendente de finanzas fue ocupado por Jean Baptiste Colbert, quien impulsó la ganadería, la agricultura, la industria, el comercio, la marina y la expansión colonial. Sus acciones permitieron desendeudar a Francia y disminuir los impuestos que debían pagar los campesinos. La estrategia de Colbert fue desarrollada bajo el pensamiento mercantilista que consistía en intensificar la producción de manufacturas y el desarrollo de fábricas para vender a gran escala a sus rivales económicos y comprarles lo menos posible. Para evitar el ingreso de manufacturas estableció altos impuestos de importación. El “proteccionismo” mediante barreras aduaneras permitió que ingresara a las arcas del Estado más dinero del que salía.
La política exterior de Luis XIV se ve reflejada en su frase “ extenderse es la más digna y agradable ocupación de los soberanos”. Para lograr la expansión territorial reorganizó totalmente el ejército francés mediante la creación de un ejército nacional y permanente. Lo dotó de modernos armamentos, como el fusil con bayoneta y artillería de cañones, así como también el desarrollo de nuevas tácticas y estrategias de guerra. Sus victorias resultaron brillantes y le permitieron extender sus territorios y su influencia en Europa, logrando instaurar la dinastía borbónica en el trono de España.
La política interior fue una ocupación personal del Rey, quién ejerció su poder mediante decretos. Su poder se convirtió en “despótico” ya que podía dictar justicia y detener personas, auxiliado por una policía secreta. Su política en materia religiosa impuso el catolicismo como religión única del Estado, logrando imponer su autoridad sobre la del Papa dentro del territorio francés.
Luis XIV, el rey Sol, es el emblema del absolutismo en Europa. Inauguró con su reinado el “despotismo ilustrado” caracterizado por la concentración total del poder real y el desarrollo de las artes. Su largo reinado (1638-1715) llegó a su fin marcado por los primeros síntomas de decadencia del gobierno y de la Corte, el declive de la superioridad francesa en Europa, el fracaso de su política colonial y un creciente malestar social surgido de las hambrunas que padecía el pueblo llano.
Ver siguiente: ESPAÑA SIGLO XVIII- REFORMAS BORBÓNICAS.
ACTIVIDADES:
a) Señalá las diferencias que presenta el absolutismo en los reinos
de España, Francia e Inglaterra.
b) identificá los obstáculos que presentó el establecimiento del
Absolutismo en cada reino.
c) Definí las características del absolutismo en Francia.
d) Analizá los motivos por los que se construyó el Palacio de
Versalles.
e) Definí los siguientes conceptos: DINASTÍA-PROTECCIONISMO-
MERCANTILISMO-