Ver anterior: LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
REVOLUCIÓN FRANCESA: CONSECUENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
Avanzada la segunda mitad del S. XVIII, la imagen
que ofrecía Europa tenía marcadas diferencias, entre el Oeste desarrollado y el
Este sin desarrollar; entre el auge del comercio, la industria y la demografía
y el relativo estancamiento de la agricultura; entre la amplia difusión de noticias e ideas
de la ilustración entre la burguesía y el atraso de las relaciones sociales y
de las instituciones políticas.
En Francia la situación económica era alarmante ya
que las actividades productivas de la burguesía se encontraban entorpecidas por
la supervivencia de instituciones feudales. La propiedad de la tierra seguía en
manos de la nobleza y el clero, quienes continuaban utilizando antiguas
técnicas en la producción agrícola; por otra parte, la mayoría de los campesinos
continuaban en condición de servidumbre por lo que no tenían posibilidades para
incorporarse al mercado interno.
Hacia finales de la década de los años setenta del
siglo XVIII se produjo una intensa crisis agrícola; Algunas malas cosechas
hicieron que reapareciera el hambre en el campesinado, y aumentaran los precios
de los cereales en las ciudades, con la consecuente disminución de ingresos
entre los nobles y la menor recaudación de impuestos en el estado.
Lo más
intolerable para la población francesa eran los impuestos, tributos que
gravaban el 50 o 57% de la renta y de los cuales estaban exentos la nobleza y
el clero. Los trastornos financieros de la monarquía iban en aumento. La Corona
frecuentemente solicitaba empréstitos (préstamos) que se aplicaban en los
gastos más urgentes del Estado y para el sostenimiento del lujo de la corte.
Agravando esta situación, la Guerra de los Siete Años (1756-1763), contra
Inglaterra, sumergió a Francia en una profunda crisis económica, además de la
pérdida de sus dominios en América del Norte y la India.
La sociedad
estaba dividía en tres clases o estados: el clero, la nobleza y el estado
llano. Sólo las dos primeras eran privilegiadas. La nobleza privilegios como la
exención del impuestos a la tierra y el derecho de percibir de los campesinos
ciertos tributos; aparte ocupaban cargos en la corte, en el ejército y en las
embajadas. La alta nobleza vivía con gran lujo en París y la nobleza provincial
residía en ciudades menores.
El estado llano comprendía a la gran mayoría de la
población y se dividía en tres grupos: burgueses, artesanos y campesinos. La
burguesía estaba integrada por todos los que no practicaban un trabajo manual:
profesores, médicos, abogados, empleados de la administración, comerciantes e
industriales. Estos dos últimos pese a sus fortunas continuaban controlados por
los otros dos estados.
La monarquía en 1788 convocó a formar una asamblea
de Estados Generales para buscar una solución a la crisis económica. Para esto,
se realizaron elecciones por separado, de representantes de la nobleza, el
clero y el Estado llano (burgueses más ricos). Los representantes de estos
Estados Generales se reunieron en París, en mayo de 1789. A la hora de votar
como cada estamento tenía igualdad de miembros, siempre perdía el estado llano
frente a los nobles y el clero. Pero en esta ocasión el estado llano exigió
duplicar el número de asambleístas. El clero y los nobles, con el apoyo real,
se negaron a reunirse en conjunto con el Estado llano.
Entonces, el Tercer Estado, se autoconvocó en Asamblea, e invitó a
sumarse a los otros dos Estados. Su objetivo era redactar una constitución que
debía obedecer la monarquía. Inmediatamente el Rey clausuró el lugar de
sesiones. Ante la firme actitud del Tercer Estado, algunos miembros del clero y
la nobleza los apoyaron y se unieron en una nueva Asamblea Nacional donde se
dictó "Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano",
basada en el principio de que toda soberanía reside esencialmente en la nación
y establece como derechos naturales la libertad, la propiedad, la seguridad, la
resistencia a la opresión y la igualdad.
El Rey Luis XVI (1774-1793) , reaccionó reuniendo
una fuerza militar de 20.000 hombres para acabar con la Asamblea Nacional
Constituyente. Por otra parte, la Asamblea se propuso formar una fuerza propia
reclutando voluntarios del pueblo. El pueblo, el 14 de julio de 1789, los ciudadanos de París se alzaron en armas y
tomaron el símbolo de la monarquía absoluta, la Fortaleza de la Bastilla, donde
estaban encerrados presos comunes y políticos.
Así dio comienzo la Revolución Francesa. El emblema
revolucionario que lucían era el gorro frigio, insignia de la libertad. Al
circular los rumores de estos hechos por todo el país, los campesinos se
armaron, y quemaron documentación de los
castillos donde constaban los derechos feudales, y el estallido social se
extendió a toda Francia.
La Asamblea Nacional comenzó a funcionar, abolió el
feudalismo, la servidumbre y los derechos señoriales de todo tipo: censos, peajes,
derechos de casamiento, uso de molinos, aunque se debían respetar las deudas
contraídas. Redactó “La Constitución Civil del Clero” que disponía que fueran electos por el pueblo,
que sus sueldos se los pagara el Estado, que se sometieran a la autoridad de
éste y que jurasen fidelidad a la nueva Constitución. En 1791, la Asamblea
finalizó su labor al promulgarse la Constitución.
Entre 1792 y 1795 se forma la Convención Nacional
que marca la llegada al poder de la burguesía democrática. Los integrantes estaban
divididos en tres grupos: los girondinos, que representaban a la alta burguesía
comercial e industrial que eran partidarios de la federalización y
descentralización; los girondinos, representantes de la burguesía media y baja
que buscaban instaurar una república democrática, y los moderados de
orientación republicana pero no muy comprometidos con la revolución.
El gobierno se transformó en una monarquía
constitucional con un rey con poderes limitados por cuerpos administrativos
elegidos por los ciudadanos con derecho a voto, además se establecía la
separación de los poderes. Esto trajo disturbios. Y quienes habían huido de
Francia comenzaron a gestar la contrarrevolución. Esta amenaza hizo que se
trataran de profundizar los cambios para asegurar el resultado de la
Revolución.
En agosto de 1792, el rey Luis XVI trató de huir a
Austria, para organizar la
contrarrevolución desde el exterior. El rey y toda su familia fueron
hechos prisioneros y juzgados por traición a la Patria. Luis XVI fue condenado
a morir en la guillotina en enero de 1793. En octubre de ese año, fue
guillotinada la reina María Antonieta.
Los girondinos, que apoyaban la idea de la
monarquía constitucional fueron desplazados por los girondinos en junio de
1793. Los problemas internos se intensificaron y el destino de Francia quedó en
manos de Robespierre, líder de a los jacobinos, el grupo más radical de la
revolución que impulsaba la creación de una república democrática.
En julio de 1794,
un golpe de estado protagonizado por los moderados acabó con el gobierno
jacobino poniendo fin a la etapa denominada “Régimen de Terror”, en alusión al gran
número de ejecuciones llevadas a cabo bajo el liderazgo de los más exaltados.
Maximiliano Robespierre fue ajusticiado en la guillotina.
Moderados y
girondinos impusieron "el terror blanco" contra los jacobinos. Se
instalaron en el poder en 1795 y dictaron una nueva constitución formando una
República Conservadora que restringía la participación política a la burguesía
adinerada. El gobierno queda en manos de un “Directorio”.
En 1799, Francia se encontraba convulsionada por la
corrupción y el terror. Napoleón Bonaparte, militar de la Revolución, dio un
golpe de estado contra el Directorio para poner orden en Francia e instaura un
nuevo gobierno: “El Consulado”, que durará
hasta el comienzo del Imperio Napoleónico en 1804.
La Revolución Francesa fue el cambio político más
importante que se produjo en Europa, a fines del siglo XVIII. Su importancia
trascendió las fronteras de Francia y sirvió de ejemplo para otros países que
se levantaron contra la opresión de la monarquía absoluta. Esta revolución significó
el triunfo del pueblo común, oprimido y cansado de las injusticias, sobre los
privilegios de la nobleza feudal, el Clero y el absolutismo.
La revolución dio a luz a un nuevo régimen donde la
burguesía, y las masas populares, se convirtieron en la fuerza política
dominante. Las Colonias españolas en América Latina fueron influidas por sus
ideas liberales y guiaron a esos territorios hacia el camino de la
independencia.
ACTIVIDADES:
1)
Identificá las causas que impulsan la Revolución Francesa.
2) Organizá en una línea de tiempo las etapas de la
Revolución.
3) Enumerá los principios que daban fundamento a la
Revolución
4)
Justificá la siguiente oración: “La burguesía se encontraba dividida entre
jacobinos y girondinos.”
5) Identificá las consecuencias que trajo la
Revolución Francesa.
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